Emanuel Ioselli tiene 22 años, fue acusado de ser @camushacker, un “delincuente informático” que se dedicaba a extorsionar famosas a cambio de devolverles fotos "robadas" desde su PC.
Emanuel fue detenido por la policía bonaerense y se secuestro su computadora, la cual usaba en una "casilla" muy precaria en la que vivía junto a su abuela, ya que su madre había perdido la custodia y su padre los había abandonado. En las entrevistas que concedió a la televisión, su familia lo nombró un "idiota" incapaz de llevar a cabo semejante prueba de ingenio y, asimismo, su abuela expresó que su nieto era un "antisocial" quien incluso solía sangrar por la nariz en situaciones de pánico y estrés. Un joven obligado a nombrarse un "idiota" para huir de la policía, una vida amarga surcada por la sutil tragedia de la indiferencia diaria.
¿Sería un idiota, un genio? Esta novela es tan posible como cualquiera de esas dos respuestas, aunque prefiero defender a Emanuel Ioselli, por el derecho a la diferencia, por mi propia defensa, por la gran ternura que, pese al hecho delictivo que lo rodeó, despertó en mí y en mis recuerdos. Por todos los "idiotas" que son llamados a marcar la diferencia.
Esta novela está inspirada en esa historia, en lo que pudo ser, de Emanuel a Franco, un habitante de una villa miseria cordobesa que lucha por superar su timidez y encontrar su lugar en el mundo. La vida de un hacker con un nombre brillante, el extranjero de la realidad. Esta historia es tan improbable como lo fue la realidad y tan real como esa ficción que parece “lo real”, a menudo tan sesgada por el cliché de la información y por la falsa prosodia de sus actos.