jueves, 13 de diciembre de 2012

"Misteriosa Córdoba": El cuerpo subalterno desde una mirada fantástica



Podríamos empezar esta breve reflexión sobre la relación posible entre los términos "subalternidad" y "fantástico" pensando en el significado de ambas palabras.
 ¿Qué es lo subalterno? Para definirlo, Guha acude al Concise Oxford Dictionary:
La palabra “subalterno, tiene el significado que le da el Concise Oxford Dictionary, es decir,  de “rango inferior” (...) ya sea que esté expresado en términos de clase, casta, edad, género, ocupación en cualquier otra forma” (Alabarces y Añón, 2008: 285)
 Guha abunda entonces sobre esta definición de "subalterno" como "de rango inferior": sintagma que, en su sintética composición, es una excelente muestra de la configuración textual de la desigualdad. Resta delimitar el término opuesto en esta relación binaria, lo "superior" , contraposición que exhibe la condición de posibilidad de lo subalterno en tanto sólo definible con respecto a un otro ( Ibid. 285)

"El subalterno no es sólo una cosa -dice- ,se trata, insistimos, de un sujeto migrante y mutante. Aun si concordamos básicamente con el concepto general de subalterno como masa de la población trabajadora y de los estratos intermedios, no podemos excluir a los sujetos "improductivos", a riesgo de repetir el error del marxismo clásico respecto al modo en que se constituye la subjetividad social. Necesitamos acceder al vasto y siempre cambiante espectro de las masas: campesinos, proletarios, sector formal e informal, subempleados, vendedores ambulantes, gentes al margen de la economía del dinero, lumpen y ex lumpen de todo tipo, niños, desamparados, etcétera ("Manifiesto del Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos") (290)
  
¿Qué es lo fantástico? Para Todorov, es el tiempo de la "incertidumbre" en el lector, que vacilará sobre la posibilidad de que los hechos presentados en la narración tengan una explicación "natural" o "sobrenatural": 
" Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre. En cuanto se elige una  de las dos respuestas, se deja el terreno de lo fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño o lo maravilloso. Lo fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural" (Todorov, 18)

Ya encontramos la primera regla, en este caso, de semejanza: Tanto lo "subalterno" como lo "fantástico" se dirimen en torno a una  figura exterior al sistema quien lo juzga, no es el propio "subalterno" quien se califica como tal ni es el relato quien juzga su cualidad de fantástico sino el lector que lo recibe. Se trata, en ambos casos, de cómo la mirada ajena percibe a un sujeto-objeto que contempla.
 En segundo lugar, ambos términos sirven para designar a los márgenes siempre en torno a la perspectiva de un sujeto privilegiado para definir la norma.  
Si lo "sobre natural" es lo "fuera de", en este caso, del sistema de lo "natural" o "lógico"; también así, lo subalterno es lo de "rango inferior", es decir, "fuera de" el promedio y, más específicamente, lo "marginal" es lo que está por "fuera de" el sistema económico productivo, cualidad que para Marx y Engels se define bajo el concepto del "subproletariado".


En tercer lugar, podemos decir que tanto lo fantástico como lo "subalterno" genera curiosidad, pero también, muchas veces,  temor y  rechazo. Para Lovecraft, el criterio de lo fantástico incluso se sitúa  en la experiencia particular del lector, y esta experiencia debe ser el miedo. “La atmósfera es lo más importante pues el criterio definitivo de autenticidad [de lo fantástico] no es la estructura de la intriga sino la creación de una impresión específica. (...) Por tal razón, debemos juzgar el cuento fantástico no tanto por las intenciones del autor y los mecanismos de la intriga, sino en función  de la intensidad emocional que provoca. (...) Un cuento es fantástico, simplemente si el lector experimenta en forma profunda un sentimiento de temor y terror, la  presencia de mundos y de potencias insólitos”  Todorov, 26)

Lo subalterno, lo marginal, también genera este efecto por parte de una sociedad que cuida celosamente de sus posesiones y de su integridad física y ve en el "otro" -que siente que no es como "uno"- una posible amenaza:
“La exclusión social empuja a satisfacer las carencias-urgencias de modo inmediato para garantizar la sobrevivencia, tanto en términos individuales como colectivos, generando en el imaginario construido desde la hegemonía cultural, la identificación de las zonas de pobreza como territorios de crimen” (Korol, 2009: 65)
Esta sensación es potenciada por la función de los medios que, muchas veces, recrudecen la sensación de “inseguridad” y activan los mecanismos de terror sobre la marginalidad para proteger la propiedad privada.

En cuarto lugar, lo fantástico opera creando figuras y atmósferas que produzcan este rechazo y, por ende temor, y la narración de la pobreza muchas veces también lo hace.


En estos relatos, la descripción del sujeto "pobre" y su entorno generalmente destaca la fealdad y no la belleza de éstos. Y es que la pobreza no es "linda", aunque algunos autores -como Borges y Mujica Lainez entre otros- pretendan sublimarla, como señala Forastelli en su ensayo "lo pobre lindo". 
Biológicamente, la pobreza genera hambre y el hambre es un estado de indefensión que provoca estragos físicos en el cuerpo:

 “Parece fácil para la introspección definir el hambre. Es la sensación consciente de la necesidad de alimento. Sin embargo, esta definición requiere un comentario que revela sus límites (…) A la larga el estado de inanición provoca trastornos fisiológicos importantes: paralización del crecimiento en el sujeto joven. Adelgazamiento, extenuación y al cabo, muerte”  (Masseyef, 1960: 7)

“Parece que los primeros signos son psicológicos: el niño mal nutrido (y esto es particularmente cierto para la hiponutrición proteica) se vuelve apático, indiferente, triste, gruñón. Grita por cualquier cosa de una manera monótona, sin llorar verdaderamente. El síntoma más importante es la lentitud, hasta la paralización del crecimiento ponderal”  (Masseyef, 1960: 31).

Por otro lado, podemos presuponer  que el relato fantástico utiliza el rechazo y el temor que provoca la figura del marginal en  gran parte del imaginario promedio de la sociedad en la que se inscribe el lector modelo para introducir el elemento "fantástico" en su figura y en su entorno.


¿Cómo se representa lo subalterno desde una mirada "fantástica" en nuestro corpus? La historieta "Nadies" de Massei y Aguirre lo hace a través de una interesante metáfora sobre la condición del marginal, su "invisibilidad" en el trajinar diario de la apresurada vida de una ciudad, que bien podría ser la ciudad de Córdoba.

De repente un día, la población abandona las calles, deja de trabajar, de consumir y se recluye en sus casas. Esta atmósfera enrarecida para un alienado muchacho que, sin embargo, pese a su abulia aún ocupa el territorio público de la Ciudad, se transforma en una cualidad para percibir a los marginales que ocupan el territorio casi desolado y son portadores de la verdad que resuelve el enigma del misterioso caso.

La condición casi "espectral" de los mendigos que sólo se tornan visibles cuando la ciudad se detiene encierra una fuerte crítica al funcionamiento de una sociedad capitalista  que parece olvidar diariamente que los pobres existen y necesitan ayuda. Recién cuando se detiene el engranaje de trabajo-consumo que rige toda la estructura económica de la Ciudad, el marginal puede hacer visible su reclamo.

Otra mirada "fantástica" sobre lo subalterno es la de las leyendas urbanas recogidas, en este caso, por Luisa Ventura en su libro Cuentos cordobeses de terror.
En "La Tipa de la Cañada"transforma a una prostituta travesti en víctima y victimaría de un escalofriante mandato. El cuento construye la figura del marginal como un ser desprotegido e indefenso que, por tal condición, no puede huir del ser maligno que termina "silenciosamente" cobrándose su vida y la de tantas "tipas" más como él/ella. 
Otra vez, el relato juega con el concepto de "invisibilidad" de la figura subalterna, en este caso la prostituta travesti, en el marco de la sociedad que lo abandona "a su suerte".
Además, el cuento puede organizarse en torno a la construcción del cuadro semiótico "movilidad-inmovilidad/heterosexual-homosexual". El modelo de sexualidad hegemónico hará que aquellas personas que experimenten placeres "inadecuados" para su condición genérica perderán tanto "movilidad social y física como apoyo institucional y beneficios materiales" (V. Martínez, 2001:201). La extraña maldición que pesa sobre el cuerpo del travesti en este caso es la de inmovilizarse en el paisaje típico de la Cañada, algo que "fija" exteriormente la inmovilidad intrínseca a un personaje subalterno no sólo discriminado por gran parte de la población por su condición sexual, sino también económica en la triple condición "pobre-prostituta-travesti". 
En "Debajo del Puente", un grupo de mendigos que viven, precisamente, debajo del puente, se devoran el cadáver que quiere esconder la narradora-asesina, quien, al principio, hipócritamente se escandaliza del acto de canibalismo y luego se complace  del fortuito hecho para desligarse de su culpabilidad. Aquí el efecto de asombro propio del fantástico está dado por la situación de "extrañamiento" con la que el observador contempla los cuerpos subalternos, casi como "bestias" que son capaces de consumir los despojos de la sociedad, cualquiera sean éstos. Este relato recuerda a "Las Puertas del Cielo" de Córtazar donde la mirada asombrada de un sujeto exterior al mundo de la pobreza envuelto excepcionalmente en un contexto humilde (un baile popular) se convierte en el giro "fantástico" de una situación típica vivida con ajenidad y sobrecogimiento por parte de un espectador extrañado.
Shklovski cree que el extrañamiento para referirse a aquellos modos de proceder en el lenguaje literario tienen como fin dar una perspectiva de la habitual visión de la realidad al presentarla en contextos diversos a los acostumbrados o al representarla de un modo en el cual se nota que la representación es una ficción -por ejemplo mediante la exageración, el grotesco, la parodia, el absurdo.
Este relato también funciona a manera de metáfora y encierra una crítica a la sociedad que se deslinda de su responsabilidad para con los pobres que sólo se hacen "visibles" cuando constituyen una posible amenaza a un bien personal.
Cuando eso ocurre, como espectros tenebrosos en la noche aparecen para escandalizar a una población a la que simplemente se le olvidó que siempre estuvieron allí... 


ALABARCES, Pablo y AÑÓN, Valeria (2008) “¿Popular (es) o subalterno (s)? De la
retórica a la pregunta por el poder” en Resistencias y mediaciones: Estudios sobre la
cultura popular. Ed. Paidós. Bs. As.

Korol, Claudia. (2009) Criminalización de la pobreza y la protesta social. América Libre Ediciones. 
Martínez, Santiago (2001) "(Homo) Travesías" en De centros y periferias en la literatura de Córdoba, compilado por Reati, Fernando y Pino, Miriam. Rubén Libro Ediciones.
Masseyef. R. (1960) El hambre. Editorial Eudeba
Todorov, Tzvetan (2006) Introducción a la literatura fantástica. Editorial Paidós. Barcelona.
Ventura, Luisa (2009). Cuentos cordobeses de terror. Corat Ediciones. Córdoba. 



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