Este es un escrito peronista sobre tres
poetas peronistas.
El mundo de los
poetas no es raro. Cada poeta ocupa el lugar que quiere y el que no ocupa el
lugar que quiere sabe desde dónde tiene que empezar la disputa para llegar a
ese lugar. No existen casualidades. A la poesía le falta lo que le sobra al
fútbol: tribuna. En Córdoba, editores, poetas, lectores han creado un hábito sectario
de difundir entre pocos las producciones del campo po- ético local. Creen que
la poesía es un bien sagrado que se debe proteger. Que no tiene que bajar mucha
línea. Que debe ser un espacio donde solo una porción mínima del componente social
pueda convivir, acceder al bien de
consumo de la forma adecuada. A veces piensan que es preciso vender para pocos
pero instruidos consumidores de la clase media, o leer para veinte personas en una
presentación y, qué mejor, si son escritores ilustrados de la academia los que
van a comprar el broli porque saben decodificar el canon.
Córdoba, Argentina. Peronista.
El peronismo es
todo. El todo es mayor que la suma de las partes. El peronismo –como sistema
que comprende un todo- determina cómo se explican las partes. Nunca puede
pensarse la poesía en sí como un fenómeno social aislado, menos si ésta es
poesía peronista. El peronismo está compuesto de manifestaciones y relaciones
“invisibles”, simbólicas; y de relaciones y manifestaciones materiales, prácticas
concretas. Las prácticas materiales son las tareas que forman parte del
desarrollo de la estructura de la vida diaria (“trabajo para vivir/casa para
volver/ familia para poblar la patria”). Las disciplinas culturales (el
sostenimiento “invisible/sensitivo” de la “sinfonía del sentimiento”) son las
que mantienen el pensar profundo y atento y la alegría continua del pueblo
peronista. La poesía es práctica y pensamiento El trabajo intelectual en los
poetas peronistas no se se- para del trabajo manual. Siempre en el peronismo se
suda.
La poesía peronista ¿práctica política?
“Se juega como se vive”. Si se juega en el campo
de la poesía popular se escribe como peronista. No hay otra regla más clara que
esa. Es el código común. El que lo rompe, sale del plato. El peronismo está
lleno de máximas pero todas parten del mismo suelo: el peronismo es
esencialmente popular. La distinción es oligárquica. La distinción no es práctica
peronista. Ningún Peronista debe sentirse más delo quees, ni menos delo que debe
ser. Cuando un Peronista comienza a sentirse más delo quees,empieza a
convertirse en oligarca. Cuando un poeta peronista comienza a sentirse más de
lo que es, comienza a escribir para los nenes que van aver performances al
España Córdoba. Escribir desde el peronismo exige tomar posición política.
Políticamente incorrecta para el desnutrido círculo de niños mimados
consumidores de la poesía local.
Los poetas peronistas no son más de lo
que son.
Un poeta
peronista escribe desde la tierra. Un poema peronista habla de la vida cotidiana. Un poema peronista habla del hacer cotidiano
de los modos de vida del pueblo. El Peronismo es la representación de las
mayorías. Y la cultura peronista es la representación de ese hacer de la vida
diaria de las mayorías. Un poema peronista debe hablar
de todo lo que le pase al pueblo. El campo peronista
no tiene límite, pero lo que nunca puede hacer
un poema peronista es prescindir de las voces del pueblo.
Qué hace una práctica de pocos hablando
de un terreno de muchos.
Evita Venció. El poeta peronista es el hijo de
Eva. Está para velar por los intereses del pueblo, está para advertir (no de
visionario, sí de observador, sí de escribir por propia experiencia) cómo vive
el pueblo, para observar lo que sustenta el espíritu de la vida diaria. Las
miserias, las alegrías, los soles y las noches de soledad de los hombres del
pueblo. Un hombre común padeciendo el graficar de la lucha por la
liberación, resistiendo con alegría.
Debe poder contar cómo vivió el pueblo y cómo deberá vivir. No puede vivir
complaciendo a peque-ños burgueses enamorados de la lectura universitaria. El
poeta peronista encuentra la razón de vivir en el canto de la esperanza de un
pueblo, que es peronista. Debe permanecer alerta a las historiaschicas, a los
pequeños relatos, y a la vez debe saber leer los tiempos de los trayectos presentes
sobre los cuales persiste la existencia de la masa; debe mantenerse en contacto
cercano con las razones de la esperanza del pueblo.“Noc antan/ los que nunca/
conocieron la esperanza”, escribió Francisco Urondo.
Poesía para no dormir, peronismo para soñar.
Tres poetas
locales que escriben para el universo popular. En una ciudad llena de culiados
parecería que no es difícil encontrar poetas populares. Eso no es cierto.
Existen problemas: pocos poetas para tantas necesidades, la principal: cuestionar
la realidad. Hay circunstancias básicas para entender algunas cuestiones:
ninguno de los culiados que escribe poesía en Córdoba vive de ella. Es el
resultado del tiempo libre. Pero ese no es el único problema, además faltan
huevos. Huevos para rodar la maquinaría del sueño popular. Los culiados que
escriben poesía popular se la pasan viendo cómo subsistir. Esto los hace pueblo,
los pone en relación con el pueblo.
Aunque no les dé
de comer y no profesionalice el oficio, esto los llena de anhelos populares
sobre un mejor destino colectivo.
¿Los tres mosqueteros?
No estamos por tocar la lona. No contamos solo con tres
poetas del campo popular. Eso sí, acá van solo estos tres, nada más que por
cuestión de recorte: Lucas Tejerina,
Juan Manuel Stahli y Marcio Olmedo Villalobo.
¿Casualidad?: los tres defienden ideas
políticas ocupando los espacios públicos en días de manifestaciones populares.
Lucas Tejerina.
Un hombre de más
de treinta años al que le gusta andar en bicicleta. Kirchnerista amante de
Cristina. Lucas Tejerina vive de la
venta de Boomerangs. Tiene un puesto en el Paseo de las Artes. Así de exótico,
así de poco común. Es un animal de la poesía resplandeciente como el fuego. Le gusta
viajar mucho buscando cosas. En su último viaje mal no le fue, encontró mujer. Vive
en los caminos de la felicidad por momentosyeso noes poca cosa. En alguna
ocasión escribió: “Toda esperanza es una forma de destrucción”. Por estos días
escribe poco porque la tristeza no es algo que le abunde y la esperanza no ha
destruido el sueño kirchnerista. Es cuartetero enfermo de La Mona y de Chébere.
Fanático de Maradona. Hincha de Alberdi y de Belgrano. Quisiera que recuerden
sus sus poemas como él recuerda los de César
Vallejo, porque le han servido de algo a la gente. Él no sabe que ya ha
alcanzado ese privilegio de multiplicarse en los lectores de la poesía local de Córdoba. Ellos pueden recordar
muchos de sus poemas porque ha escrito versos que cambian la forma diaria de
ver la profundidad de las cosas. Editorial La Creciente le publicó Automotrices
(2005). Se autopublicó Provincia tristeza (2002), Escritos cuarteteros (2006),
Árbol de nísperos (2007) y Campo (2008). En 2009 Caballo Negro editora le editó
Vuelve. Escribe en w w w . v u e l v o a v i v i r - vuelvoacantar.blogspot.com.
Juan Stahli.
El Flaco Juan.
Peronista de regreso a Córdoba Capital. Vivió hasta hace una semanas en La Higuera.
Ferviente lector de Enrique Angelelli (obispo asesinado en La Rioja por causa
de sus luchas sociales durante la última dictadura militar) y oficioso habitante
de la vida en el campo. Allí conoció “la furia que da sentirse amenazado por el
enemigo, cara a cara. Y ese valor infinito que da sentirse acompañados”. De
Angelelli repite “El ansia de liberación de un pueblo no es algo que los
poderosos puedan llevarse en una bolsa”. Juan Stahli es uno de los hijos de
Urondo. Responde a esa tradición del campo poético, a esa forma de escritura,
responde a esa parte del compromiso literario.
Sus versos
hablan de las desigualdades y las injusticias, los paisajes poco habituados en el
reconocimiento narrativo. El amor del llano. Nacióen Villa Martellien 1982,
provincia de Buenos Aires y vive en Córdoba desde el 2000. Se afilió al grupo
Pan Comido en 2002. Con ellos ha publicado textos en las antologías: Belleza
Obliga (2004), Derrota No (2005) y El Día Más Parecido(2008). Y en las plaquetas
colectivas Maquinita de poesía y Poemas como se puedan editar. También publicó
la plaqueta Luces a la gente (2009).
Marcio Olmedo Villalobo.
Negro cordobés de trasla. Es parte de lo que
se viene. Marcio es de los nuevos poetas peronistas cordobeses. Tiene la
complejidad y la facilidad de escribir como se habla y tocar puntos glaciales
de la existencia humana. Tocar temas que no quieren tocarse de la forma que no
quieren tocarse. Escribe sobre Talleres, la madre, el padre, los pibes, las
mujeres desnudas, la droga, el cuarteto, la Play Station, el Age of Empire, la
muerte, el coger como perros.
Cursa Letras en
la universidad nacional pero no tiene nada que ver con la media de esa facultad
troska.
Este es un escrito sobre el peronismo.
En el peronismo todos
los poetas locales no caben.
El 15 de
diciembre la editorial provinciana Tinta de Negros presenta una antología de poetas
cordobeses. Dieciocho. Antología de Poetas Hombres de Córdoba. Vamos a ver cuántos
de ahí tienen pasta popular. Puede haber una hermosa sorpresa para este
mezquino mundo nuestro, posmoderno y gorila.
Material ofrecido por E. Planas