El tema de los bandidos en una constante en la literatura contemporánea cordobesa que va del policial negro, pasando por el “de enigma” al road movie, de quien es un excelente ejemplo Horacio Sotelo.
Empecemos con el negro, el móvil siempre es “la guita”, puede haber móviles secundarios, pero siempre el fundamento sustancial de la trama es el dinero. Hay asesinos intelectuales y asesinos pagos o los típicos "matones". El enfoque de la trama sobre la personalidad del asesino a sueldo, es un tema bastante relegado en la literatura más bien pareciera que en muchos de los policiales negros, el "matón" es casi un rostro desdibujado con un solo acto en escena: matar, violentar, extorsionar. Pero, ¿qué hay detrás de estos personas siniestros que matan “a sangre fría”?
En Bilis Negra, de Fernando López, el relato se adentra en la figura del un matón, que lejos de ser un autómata que sólo recibe órdenes, deberá utilizar su ingenio para obligar a un ministro nacional a que abandone su cargo. Así, se constituye en una especie de “Sherlok Holmes” operando desde “las fuerzas del mal” y apelando al poder actoral de una prostituta para simular un falso encuentro que constituirá la trama secreta para envolverlo en una red de mentiras y propiciar su caída política.
Estafadores y escritores comparten muchas cosas en común: los estafadores venden ilusiones, igual que los escritores e igual que el dinero . “El estafador es un poeta de la delincuencia” decía Horacio Sotelo (ver nota completa en este misma página).
En Bilis Negra, de Fernando López, el relato se adentra en la figura del un matón, que lejos de ser un autómata que sólo recibe órdenes, deberá utilizar su ingenio para obligar a un ministro nacional a que abandone su cargo. Así, se constituye en una especie de “Sherlok Holmes” operando desde “las fuerzas del mal” y apelando al poder actoral de una prostituta para simular un falso encuentro que constituirá la trama secreta para envolverlo en una red de mentiras y propiciar su caída política.
Estafadores y escritores comparten muchas cosas en común: los estafadores venden ilusiones, igual que los escritores e igual que el dinero . “El estafador es un poeta de la delincuencia” decía Horacio Sotelo (ver nota completa en este misma página).
En Limones para una sangría de Gonzalo Toledo, dos “gilastrunes” (término utilizado por abuelas, sobre todo, y muy frecuente en Córdoba: dícese del que ya con “edad de sentar cabeza” anda vagando por la vida sin oficio fijo y de fiesta en fiesta con amigos) obviamente sin plata; consiguen limones gratis del limonero de un vecino y planean "pasar el rato". El tercer amigo “El Rolo” es presa de un secuestro exhortivo por dinero acumulado en deudas que no pagará con su vida, de no cerrar el trato, sino con su hombría “le van a romper el culo”. Estos giles deberán adentrarse en el submundo de los lumpenes para conseguir el dinero. Y acuden a los prostitutas, a título de presuntas “acreedoras”. Es una novela de iniciación con un perfil bastante similar al del Juguete Rabioso. Unos amigos sin mucho que hacer en la vida y sin querer reinsertarse al mundo respetable de las convenciones y el capitalismo, aprenden las artimañas del "malvivir" y, en este caso, se codean con rufianes y putas. Párrafo aparte, es destacable el trato que el relato les da a las prostitutas. Ellas marcan sus territorios de poder.”Nosotras estuvimos en los grandes acontecimientos de la historia. Pero La Biblia no nos trata nada bien", dice la dueña de un burdel. tras lo cual explica que salvaron al revolucionario Sandino robando 40 fusiles a un marino para dárselos.
Haciendo un paréntesis, recomiendo leer “La Puta Patria” de autores varios cordobeses (link a la derecha), quien rescata la historia de aquellas valerosas mujeres que resistieron los ataques de la policía a sus amantes anarquistas en la “Masacre de la Patagonia”. La prostituta posee el poder a raíz de su tasado "valor sexual" y el poder es lo que se desea y lo que se desea puede comprarse con dinero, y volvemos al tema del capital.
Haciendo un paréntesis, recomiendo leer “La Puta Patria” de autores varios cordobeses (link a la derecha), quien rescata la historia de aquellas valerosas mujeres que resistieron los ataques de la policía a sus amantes anarquistas en la “Masacre de la Patagonia”. La prostituta posee el poder a raíz de su tasado "valor sexual" y el poder es lo que se desea y lo que se desea puede comprarse con dinero, y volvemos al tema del capital.
Cuesta Abajo, de Fernando Stefanich, es una novela sorprendente: ¿Cómo termina Carlos Gardel envuelto en una red de mafiosos? Un escritor se encuentra en un bar con un cantante mediocre que dice ser el hijo de Gardel. El mito argentino no habría muerto en el viaje a Medellín sino que habría sido raptado. Un Gardel aquejado por los reclamos de la fama que quiere borrarse del mapa inicia un tratamiento con un psicólogo. Sabe que corre peligo, por su dinero, pero además por la “secta de los comunes” esos tipos que andan deambulando por la vida, pariendo hijos, trabajando y jubilándose “Yo le muestro todas sus miserias” dice Gardel.
El protagonista es un bohemio en muchas de estas narraciones, el hombre que toma contacto con el mundo del lumpen por el tedio de una vida monótona en la que no se inserta. Así, un escritor desilusionado de la vida conoce un personaje extraño en un bar que canta tangos y dice ser el hijo de Caros Gardel: ¿Un loco, el verdadero hijo del emblema de la canción argentina? Quién lo sabe.
Gardel, que permanece vivo en múltiples leyendas urbanas, ha caído en el submundo de los desamparados, los excluídos de la sociedad. Ese tango tristón que nos conmueve nos dice que él y nosotros tenemos mucho que ver, viviendo míseramente comprando ilusiones con fajos de billetes y añorando el barrio y la viejita, lo que molesta a "la secta de los comunes".El mismo barrio que realza el tango y que se reune para salvar al Rolo en Limones de una sangría.
Gardel, que permanece vivo en múltiples leyendas urbanas, ha caído en el submundo de los desamparados, los excluídos de la sociedad. Ese tango tristón que nos conmueve nos dice que él y nosotros tenemos mucho que ver, viviendo míseramente comprando ilusiones con fajos de billetes y añorando el barrio y la viejita, lo que molesta a "la secta de los comunes".El mismo barrio que realza el tango y que se reune para salvar al Rolo en Limones de una sangría.
Para Hobsbawm, quien introduce las características del "ladrón noble" analizando las leyendas de los bandidos rurales: “Podemos imaginar que el noble fuera de la ley tiene más posibilidades de entrar en el reino del mito y la balada populares: a) cuando llega a formar parte de un movimiento de resistencia de una sociedad arcaica contra gentes venidas de fuera o contra una conquista extranjera; o b) cuando la tradición de rebelión campesina activa contra la injusticia señorial es débil (Hobsbawm, 2003:53)”
Un barrio que se une en su mundo de lumpenes y clases trabajadoras para salvar a un “gil” de los ataques de un barrio extranjero.
En Alias Árbol, de Horacio Sotelo el “escritor ladrón”, tenemos una autobiografía sobre sus años tumberos. Envuelto en merca, prostitutas, sangre y códigos de ladrones, que no deben perderse según el escritor. El estilo de Sotelo bien podría catalogarse pornográfico. Es la osadía del ladrón que seduce porque da placer, porque vive fuera de las reglas, “de caravana” hasta que le disparan. La narración se desdobla entre un Àrbol (apodo “tumbero" de Sotelo) y un “Cabezón” que hornea ladrillos y junta pesito por pesito en Córdoba para vivir con sus hijos. Los dos no puden convivir, ¿quién vive, quién muere? Hay que leerlo.
No es difícil pensar que el ladrón internamente tiene sus fundamentos, “robar en grande” es un acto de heroísmo para estos personajes, que desafían las leyes del capitalismo “Es lo mismo fundar un banco que robarlo” decía Brecht y siguen el modelo de “Robin Hood”, o del "ladrón noble" de Hobsbawm: su lema es robar al rico para dar al pobre (en este caso los que reciben son ellos mismos, los pobres).
La venganza, libro de Augusto Fidalgo Pedroza le da un nuevo cariz al tema del policial. Indaga en la vida de las víctimas. De policías y ladrones humildes criados en la misma villa que terminan enfrentados. Es un libro que, muy respetuosamente, se adentra en el mundo de la delincuencia juvenil y la pobreza urbana y que se atreve a indagar en otro tema bastante relegado en la literatura (sobre todo por autores hombres): el de la violación y el abuso sexual. Incorpora, con mayor intensidad que el resto de los relatos, a la ternura como espacio que sobrevive en el penoso mundo de las villas. Sin ser “miserabilista” a lo Castelnuovo abarca las variantes: víctimas y victimarios unidos por sus orígenes de clase. Niños que sufren, inocentemente, las peripecias del destino. Más allá de una crítica estética (que no realizo en este momento) lo rescato porque con un lenguaje sencillo e historias cotidianas resalta algo que a veces la sociedad olvida al hablar de los pobres, los “castigados desde la cuna” por portación de rostro, “los negros” o “presuntos culpables y criminales” que, para algunos, no merecen nada, porque todo lo que se le da es dádiva
Ofrece un ángulo comprensivo de las múltiples variables que pueden encontrarse en una villa, desde los criminales hasta las víctimas.
Ofrece una mirada del pobre sobre la que puedo verme en un espejo o , más allá, contemplar la mirada de un hijo, un padre, una madre.Sin negar que la violencia exista en los espacios sociales en que subsisten, los relatos de Pedraza se toman un tiempo para hablar de AMOR.
Ofrece un ángulo comprensivo de las múltiples variables que pueden encontrarse en una villa, desde los criminales hasta las víctimas.
Ofrece una mirada del pobre sobre la que puedo verme en un espejo o , más allá, contemplar la mirada de un hijo, un padre, una madre.Sin negar que la violencia exista en los espacios sociales en que subsisten, los relatos de Pedraza se toman un tiempo para hablar de AMOR.
Ver:
LIBROS:
Sotelo, Horacio (2005)Alias árbol. Fundación Refundar Argentina. Cba.
Pedroza, Augusto Fidalgo. (2011) La venganza. Editorial Fojas Cero. Córdoba.
Toledo, Gonzalo. Limones para una sangría (2011). Ediciones Llanto de Mudo. Cba.
Stefanich, Fernando (1999) Cuesta Abajo. Ediciones del Boulevard. cba
López, Frenando (2005) Bilis Negra. Ediciones del Copista. Córdoba.
CRÍTICA:
Hobsbawm, Eric (2003). Bandidos. Editorial Crítica: Libros de Historia. Barcelona
Fueillet, Lucía (2011) Dinero y delito: La tradición materialista en la lectura/escritura pigliana del género policial. Alción Editora. Córdoba.
Valle, Mariana y Rogna, Ezequiel. "Si no sabés que ruido hacen las tripas cuando suenan, no podés hablar de tripas vacías". Entrevista co Horacio Sotelo en SILABARIO, Número XIV. Editorial Babel. . Córdoba.
IMPERDIBLE:
AUTORES VARIOS DE CÓRDOBA (Leandro Calle, Julio Castellanos, Néstor Merigo, Claudio Suarez, Cesar Vargas) LA PUTA PATRIA en http://www.cba.gov.ar/imagenes/fotos/la_puta_patria.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario